martes, 23 de febrero de 2016

La experiencia de atender público en una personería.

La vida es de lo mas irreal que puede existir, vivimos en burbujas llenos de lujos y comodidades, algunas de las ocasiones en las que he estado de una mayor manera expuesto o fuera de mi perfecta capsula protectora es en el momento en que decidí atender usuarios en una personería municipal, es el oficio mas perturbador para tu salud mental, dado que te expone ala realidad de este mundo que no es nada glamorosa, en este orden de ideas, te enfrentas con esa realidad macondiana de la que tanto hablo García Marquez pero que incluso en el país del sagrado corazón muchas veces nos es ajena, lejana, extraña y no la podemos visualizar de una manera correcta, por mi despacho pasan toda clase de personas, muchas de las cuales no tienen no la mas remota idea de exactamente que quieren o que necesitan del estado, pero si con muchas necesidades básicas insatisfechas, de este conjunto de experiencias he ido a prendiendo a conocer la realidad que rodea mi contexto y a mirar lo minúsculo de las dificultades de mi cómoda cotidianidad, la vida es un constante devenir decía el filosofo, (Heraclito de Efeso) y que razón le asistía tanto antes como ahora en esta interpretación desfasada que he realizado de sus palabras, y que mal o bien me ha ayudado a dar un contexto.

La cuestión de la construcción del lenguaje también es muy difícil, situar lo que pensamos en palabras nunca me ha quedado claro como puede ser realizado, cuando te enfrentas a ello en personas con una formación académica nula o muy pobre esto se pone mas de manifiesto, muchas veces me toca preguntarle dese lo más básico a las personas, mire señor usted a que fue lo que vino aquí, o mire señora que es lo que usted quiere que le haga, son típicas preguntas que me toca formular a diario para saber que tienen en a mente los usuarios que vienen no solo aquejados del problema que los trae sino de muchas situaciones y penurias que incluso logran penetrar tu aura, (si es que creen en las energías) pero sin mucha charlatanería les diré que existen personas que pueden perturbar tu animo, para bien o para mal y eso no es una pseudociencia, sin seguir apartándome del tema, les manifiesto que es increíble la flexibilidad del lenguaje y la manera de adaptación que tenemos para comunicarnos con otros y para hacer propias otras comprensiones de la realidad y poder a partir de ese entendimiento resolver un problema jurídico que trae cada usuario, unos mas complicados que otros.

El estado debería como principio siempre poner al hombre por encima del proceso, es decir, si llega alguien requiriendo un servicio no hay que pedirle la cédula, hay que atenderle, si llega alguien a un puesto de salud debe ser atendido luego se resuelve lo económico, tal vez esto parezca un chiste en otras latitudes pero he vivido en carne propia las vicisitudes del sistema de salud, que sin carnet no atiende, y sin cédula eres menos persona que un perro, y esas realidades palidecen ante la clase de casos que llegan a diario a mi escritorio.

La experiencia es algo amarga algunos días y un poco dulce en otros, pero en conclusión es una experiencia enriquecedora y aunque piensen que estoy loco, no cambiaría esto por una gran suma de dinero, aunque tal vez no soy el mas apasionado defensor de derechos humanos, al menos puedo cambiar la realidad así sea de unos cuantos que llegan a esta oficina y así me estén pagando por ello pues lo hago con gusto.

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